EL FUROR INMOBILIARIO INVADE EL MUNDO RURAL
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El furor inmobiliario invade el mundo rural Tras décadas de despoblación y abandono, el Pirineo aragonés parece tener una nueva oportunidad con el auge del turismo rural. En la década de los 80 y los 90, muchas explotaciones agropecuarias familiares se vieron obligadas a cerrar debido a la dificultad de mantenerse, de manera competitiva, dentro del mercado. Así mismo, la juventud se trasladó a las grandes ciudades, donde se les ofrecía mejores recursos laborales y de formación. Nuestros pueblos envejecían y muchos estaban condenados a desaparecer. La creación del turismo rural como una alternativa económica rentable ha condicionado, en estos últimos años, la restauración de numerosas viviendas, y el aumento de población joven en nuestros pueblos pirenaicos. Lo que presumiblemente era un gran avance que auguraba una mejoría en el desarrollo económico y de servicios para nuestros vecinos, podría convertirse en todo lo contrario. Las empresas inmobiliarias no ajenas al potencial económico que supone el turismo, ya han llegado a nuestras comarcas en busca de futuros negocios. La necesidad de regulación de este crecimiento inesperado ha condicionado que en diversos pueblos del Alto Aragón, como en San Feliu de Veri, las autoridades del Gobierno de esta comunidad estén llevando a cabo una propuesta de plan urbanístico. El grupo de arquitectos encargados de su diseño aseguraban que el plan urbanístico sería ecológicamente sostenible. Verónica PONS ESCOLL. San Feliu de Veri |
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