ESCRITO DE JOAN vALLS I JULIA PARA LA UVL 2007

Sr. Dn. Domingo Tomás Ceresuela.UVL 2007.  Barcelona, 1.7.07  Queridos Mingo y Francis, hijos, parientes y amigos, participantes de la XI UNIVERSIDAD DE VERANO EN LASPUÑA: 1.- En esta ocasión, junto a mi felicitación por el trabajo que habéis hecho y que haréis para que todos encuentren su lugar y oportunidad en los días de universidad en la querida villa de Laspuña, deseo ofreceros algunas ideas para vuestra consideración.  2.- La convivencia ciudadana es una forma de dar contenido a todo lo que hacemos y podemos hacer los unos por los otros. La expresión está clara; y pienso que el camino también, se llame educación para la ciudadanía, ética social, educación para tener una sociedad auténticamente democrática o, en su más puro estado, amor, servicio o sacrificio gustoso para que todos y todas recibamos y obremos según  nuestras necesidades e capacidades. 3.- El ejemplo de los ciudadanos de Laspuña, en los días de universidad de verano, son muy útiles para pensar y llevar a la práctica toda esta amplia gama de matices; los principales son: expresión de la propia libertad, responsabilidad en la participación y en la toma de decisiones, respeto de los derechos –énfasis especial el de los niños y de las mujeres -el reconocimiento y aprecio de las diferencias individuales, sean las que sean-, la expresión y el control de las emociones, la identificación de rasgos de diversidad cultural y religiosa, los principios de convivencia establecidos por la Constitución y los hábitos cívicos. 4.- Por lo que se refiere a vivir en sociedad –tengamos presente la intensidad con que se viven estos días a los que hacemos referencia- se plantean y están presentes cuestiones como protección civil, seguridad ciudadana, defensa como un compromiso ético y solidario al servicio de la paz y educación vial –no hay pueblo ni villa pequeños, sin peligros-.  5.- Como vemos, derechos y libertades han de construirse al unísono. De lo que digo en las líneas anteriores surgen multitud de aspectos –unos cincuenta con verdadera y gran identidad-. 6.- Todos estamos implicados en esta tarea, que debe hacerse de forma permanente, en cualquier parte, aunque primordialmente en la familia y la escuela, apoyados y fortalecidos por todas las instituciones, culturales, religiosas, deportivas, científicas que en sus idearios tengan claramente establecidos estos objetivos. 7.- En la base propongo que trabajemos con mirada universal, es decir para que hay una escuela para todos, en todas partes. No pensemos solo en nuestro país, en las distintas comunidades autónomas cercanas a nosotros –en Laspuña están todas representadas-, sino en todos los rincones del mundo. No nacemos siendo buenos ciudadanos, ni tampoco basta con cambiar la sociedad –y esto es necesario en muchas partes- para hacerla democrática; nos hacemos ciudadanos de una democracia en buena parte gracias a la educación. 8.- Las regulaciones legales y las formas sociales pueden encauzar el comportamiento, aunque por sí solas no garantizan la convicción cívica necesaria para lograr una óptima convivencia democrática –ejercicio de derechos y deberes-. Por tanto, llegar a ser un buen ciudadano requiere un esfuerzo formativo, y para hacerlo efectivo lo  mejor es dar prioridad a esta materia –con todos los aspectos que engloba- en cada uno de los ambientes que enuncio en el párrafo 6. 9.- Como lema de acción –acción profunda- desearía decir que el mejor medio es educar  con el ejemplo. Por esto, en los días de la universidad de verano, grandes y pequeños verán constantemente ejemplos que les harán pensar y cambiar. Preparémonos a servir, a aprender a servir, de forma consciente y voluntariamente, sea cual sea nuestro –vuestro- papel o cometido, reflexionando en cada acto, para que al final seamos mejores y hayamos ayudado a otros a ser mejores -. 10. Éste es, pues, el resumen, de la carta: seguir con la obra de promoción de las relaciones humanas y de la concordia de los pueblos, a través de un sacrifico y servicio personal. Abrazos, Juan Valls JuliáConsultor Pedagógico.