De José A. Puyalto Ceresuela para la UVL laspuña 2006

Queridos y recordados amigos y amigas: ¡Que agradable sensación!. ¡Que explosión de orgullo!: Laspuña sigue sorprendiendo. Lo que algún día nació como un sueño, con la única ilusión de “culturizar” el ocio, se ha posicionado como un evento comarcal importante. Ello conlleva una gran responsabilidad y una agradable posibilidad de hacer de Laspuña, paso a paso, un lugar de encuentro, de aprendizaje, de entretención. El tema que nos congrega es la Globalización. Concepto que involucra un método didáctico de educación que parte de la concepción de las materias en estudio como un conjunto, para pasar progresivamente a una diferenciación.  ¿La concepción como un conjunto significa uniformar el pensamiento?. Atisbo una respuesta positiva, en la medida que cada vez somos más una misma cosa, buscamos las mismas metas y seguramente manejamos los mismos criterios. Desde ese punto de vista es un concepto peligroso porque tiende a convertirnos en “masa”; pero por otro lado, aunque aparezca como una contradicción, nos convierte en seres más individualistas: Cada vez más nos preocupamos de nosotros mismos, nos amamos (como debe ser), pero no nos preocupamos del que está al lado.  Por lo mismo es indispensable llevar como bandera de lucha la última parte del concepto Globalización: “Pasar progresivamente a una diferenciación”. Esto es lo que le da sentido al concepto. Y esa diferenciación debe estar basada en la cultura local; en el ser lo que somos y además queremos ser. Hay un precepto de pertenencia y de creatividad aprovechando los conocimientos que nos entrega la globalización. Y así lo plantea el programa de este año cuando dice que la familia debe ser la base para adoptar los criterios, pero quiero agregarle que también los valores. Y cuando hablo de valores hablo de criterios objetivos y de aspectos espirituales; los dos conceptos juntos logran respuestas que expresan sentimientos. Y hablar de sentimientos es hablar de valores: Es actuar por amor, es ayudar por amor, en definitiva representar “un ser con corazón”. ¿Somos un pueblo con corazón?. Quiero ser sinceros con vosotros y deciros, de corazón, lo mismo que quise expresar con la carta de San Sebastián: Sería capaz de dibujar cada rostro, cada casa, cada calle de mi querido pueblo. Este es un sentimiento que está más arraigado en los que no estamos cerca de Laspuña y quizás más aún, en los que estamos más lejos, pues aunque se logra formar una familia y ser feliz, siempre se siente la pena; y es una pena que se carga hasta el final de nuestros días. No os dejéis llevar por las diferencias de pensamiento, más bien ello sirva para que Laspuña sea más ella y más universal a la vez, más tolerante, más agradable. Para que sigamos disfrutando de lo que nos une y superando lo que nos separa.  Todos somos diferentes pero estamos hechos para vivir en comunidad. Espero que disfrutéis intensamente durante éstos días, con charlas tan interesantes. No os canséis mucho en las excursiones. Un gran abrazo para todos desde este país tan lejano, pasando el frío junto a Ximena, Andrea, Magdalena, Laurita y Vicente. José A. PuyaltoCasa Sidora P.D. ¿Sería muy bruto decir que no habría globalización sin comunicaciones?